En tu torso de siempreniña el dolor te ha negado la imagen de la belleza. Tu enjuta desnudez huye de la luz que descubre tus senos como dos gotas amargas de la memoria. Son las manos de un hombre las que te obligan a mirarte en el espejo, tu oído se entrega a su lengua haciéndote perdonar lo que no nombras. Mírate sus dedos se clavan en tus muslos como si fueran dos cañas de azúcar y no un par de frutas lastimadas. Mírate Son sus dientes de bestia los que te vuelven hermosa, cada mordida desprende de ti el jugo de tu perdida dulzura Mírate su saliva pinta tu carne de gracia mírate la luz mírate el orgasmo mírate Por fin eres preciosa.
Fernanda Tlalolin (Puebla, 1995). Licenciada en Lengua y Literatura, paleógrafa, correctora ortotipográfica, promotora de lectura, tallerista y poeta. Creadora del círculo de lectura y clínica de escritura poética “La poesía de enfrente”.