Recuerdo que al salir de casa Se escuchó bajo la rueda El crujir de una hoja Que dormitaba en el asfalto ¡Y qué curioso su sonido! Pues uno la pensaba muerta Lejos de su rama, de su árbol, Del viento y de la savia Tan cerca de la tierra Donde pelean por aplastarla No el paso de los días Sino otros más intensos Aún más ciegos, más errados Que son nuestros.
Oscar Velázquez (Ciudad de México, 1994). Un gordo genérico de oficina. Amo las pizzas.