POEMAS AMATORIOS (MUESTRA MÍNIMA), DE CAYO VALERIO CATULO | TRADUCCIÓN DE JOSÉ SANTIAGO MACÍAS CABRERA

PREÁMBULO

Siguiendo la biografía que San Jerónimo esboza en su Crónica, Cayo Valerio Catulo nació en Verona alrededor del año 87 a.C. y murió cerca del 57 a.C. Sin embargo, estos datos son inciertos en tanto que la única fuente de San Jerónimo para escribir la vida del poeta procede de textos perdidos de Suetonio que llegaron a él por medio de otros escritores.  A pesar de estas imprecisiones, lo cierto es que Catulo formó parte de un grupo de poetas jóvenes contemporáneos de Cicerón y Julio César, herederos de una amplia tradición literaria griega y cercanos a formas específicas de escritura como el carmen amatorio y el epigrama o poema breve, iniciado por Calímaco. La obra poética de Catulo es en su mayoría de corte amoroso, aunque en ocasiones raya en la ironía y parece jugar con la totalidad de los sentimientos humanos, tal como se muestra en la presente traducción.

II
Passer, deliciae meae puellae,
Quicum ludere, quem in sinu tenere,
Quoi primum digitum dare adpetenti
Et acris solet incitare morsus,
Cum desiderio meo nitenti
Karum nescio quid lubet iocari
Et solaciolum sui doloris,
Credo, ut tum grauis acquiescat ardor;
Tecum ludere sicut ipsa possem
Et tristis animi leuare curas!


2
Gorrión, objeto de la ternura de mi niña, 
con quien ella juega y refugia en su regazo,
a quien suele ofrecer la yema de su dedo 
e incitar a duros mordiscos, cuando mi amor
resplandeciente se entrega a un juego desconocido
para calmar, quizás, su propio dolor.
¡Yo quisiera, como hace ella, jugar contigo
para mermar las tristes penas de mi alma!



V
Viuamus, mea Lesbia, atque amemus,
Rumoresque senum seueriorum
Omnes unius aestimemus assis. 
Soles occidere et rediré possunt; 
Nobis cum semel occidit breuis lux, 
Nox est perpetua una dormienda. 
Da mi basia mille, deinde centum, 
Dein mille altera, dein secunda centum, 
Deinde usque altera mille, deinde centum. 
Dein, cum milia multa fecerimus,
Conturbabimus illa, ne sciamus, 
Aut nequis malus inuidere possit, 
Cum tantum sciat esse basiorum.


5
Vivamos, Lesbia mía, y amémonos,
y despreciemos los consejos de los viejos
como si valieran menos que un as.
Los soles mueren y renacen luego, 
pero una vez que nosotros hemos muerto
debemos dormir una sola noche eterna.
Dame, primero, mil besos, y luego otros cien;
después me darás otros mil y luego cien más, 
luego mil y otros cien seguidos.
Después, cuando hayamos juntado miles de besos,
los habremos de borrar para olvidar su número
o para que ningún malvado
sepa cuántos fueron nuestros besos.



VII
Quaeris quot mihi basiationes
Tuae, Lesbia, sint satis superque.
Quam magnus numerus Libyssae harenae
Lasarpiciferis iacet Cyrenis,
Oraclum Iouis inter aestuosi
Et Batti ueteris sacrum sepulcrum,
Aut quam sidera multa, cum tacet nox,
Furtiuos hominum uident amores,
Tam te basia multa basiare
Vesano satis et super Catullo est,
Quae nec pernumerare curiosi
Possint nec mala fascinare lingua


7
Me preguntas, mi Lesbia, con cuántos
besos tuyos he de quedar saciado.
Pues bien, cuantos granos de arena libia hay
en Cirene, o abundantes brotes de silfios
entre el oráculo del vigoroso Júpiter 
y el sagrado sepulcro del venerable Bato;
o cuántos astros, al descender la noche, 
vigilan los amores de todos los hombres,
así pues, tantos serán los besos que habrás de dar
al loco Catulo para saciarlo, demasiados, 
que ningún curioso podrá contarlos
ni hechizarlos alguna lengua maligna.

FUENTES

Bonifaz Nuño, R. (2021). El amor y la cólera. Universidad Autónoma de la Ciudad de México-Universidad Nacional Autónoma de Nuevo León.

Cayo Valerio Catulo. (2022). Poemas satíricos. (A. Soler Ruiz, trad.). Gredos.

Cayo Valerio Catulo. (1992). Cármenes. (R. Bonifaz Nuño, trad.). Universidad Nacional Autónoma de México.