ALGUNAS PALABRAS SON MÁS DIFÍCILES QUE OTRAS | POR LUIS FERNANDO RANGEL

a Lorena Aviña, porque aquí tenía que estar tu nombre

No puedo decir esas palabras.

No es miedo, es algo más,
quiero decir, realmente no puedo, 
no soy capaz, se me escapaelaire. 

Mi maestra de primer grado lo intentó.

Me dijo
Mira, esto es fácil
y puso un lápiz entre mis dientes
pero fui incapaz de escribir esas palabras.

Mi padre todavía no había muerto, 
entonces podía decir padre 
sin que se quebrara la voz.

Pero ya había palabras que no podía pronunciar:
que me costaban trabajo, es decir, 
no recuerdo cuáles palabras 
pero sé que existían.

Mira, esto es fácil, me dijo.

Fácil como una bicicleta con rueditas;
fácil como colorear sin salirse de la raya;
fácil como columpiarse de una rama baja de un árbol.

Pero no fue fácil.

La primera vez que me caí de la bicicleta, 
todavía tenía rueditas; luego se las quité
y aprendí a ir más lento, decir las cosas 
c  o  n     c  a  l  m  a.

            Tienes miedo a que no te escuchen, ¿verdad?
             preguntó
	     y guardé silencio.

La primera vez que escribí mi nombre
los trazos eran irregulares, cambié
algunas letras de lugar; dibujos
mal coloreados, al margen, 
siempre al margen.
	
            Me llamo Luis Fernando, le dije,
            pero ella me dijo que ahí decía
            miedo y llanto; otras cosas. 

Nunca me subí a un árbol. Temía caer:
las piernas me temblaban y el terror se apoderaba de mí. 
No era capaz de pronunciar algo, hablar: darle nombre a mi miedo

            ¿Por qué no sales a jugar al recreo, Fernando?
            me preguntaba

No era fácil. Se volvió una condena,
porque desde entonces no puedo
nombrar ciertas cosas:
lo intento,
lo intuyo, apenas,
en algunos balbuceos.

Sí, lo diré así
                          :

mi vida es un balbuceo,
una palabra a medias,
el temblor en la voz,
el silencio,
una sonrisa para no decir gracias
y solamente ser un gesto, porque no soy
una sucesión de palabras pero tampoco
una sucesión de disculpas;
perdón, lo intento.

Luis Fernando Rangel (Chihuahua, 1995). Escritor y editor. Autor de Must be the season of the witch (Granuja), Cuando nuestros huesos sean fósiles (Ediciones del Olvido), Nombre de piedra (BAP) y La marcha de las hormigas (NYPP). Forma parte de Sangre ediciones y Fósforo. Literatura en breve. Ha ganado el Premio Internacional de Poesía Nueva York Poetry Press, el Premio Nacional de Poesía Germán List Arzubide y los Juegos Florales de Lagos de Moreno.