POR PERRO LOCO (ANDREA GARZA)
Medio viva medio muerta, en pleno banquete la sangre gotea. Con los ojos clavados en la presa y un manantial recorriéndole la frente tratamos de acceder a sus entrañas. Presa, peregrina de la aniquilación ¿a dónde ibas a ver las tempestades? Fuiste en ese camino la luz inaccesible que extinguimos. Alas que restallan, picos que cercenan y prestas las garras todo por unos cuantos despojos.
BESTIA FABULOSA Para Arturo, porque “todo humano llora su cielo desaparecido.” Recuerdo que eras como un perro mutilado, te posabas afuera de mi casa con esos ojos que han visto a la noche devorar al mundo y supe con verte que entre nosotros iba a correr sangre. Y no satisfecha la fiera besa con blanda furia mi sacro coxis y costillas. La sarna, es ahora mi señora me decías endulzando el tronco de mi cuello cercenado. Me descubro navaja, paralizada, impotente, al ver quemadas las naves. Quiero rezar algunas palabras para volver pronto a tus costillas mi tierra prometida. Encuentro tu carne en mi filo, cortada con pena, sin remilgos después de tanto me susurra: estás soñando. El coro de dagas aúlla: “Que nadie escuche tus oraciones, no vaya a ser que te descubran humillada al filo de la noche.” Confieso entender el lenguaje de los machetes y les pregunto: ¿Cómo me quito la pena de recordarte? la vergüenza de haber descifrado la sangre, ¿Cómo escondo las catedrales que sembré para ti? ¡Maldita sea! y todo por quererte a ultranza, vana ilusión, por querer darle carne y esqueleto a tu recuerdo.
NOCTAMBULA
De niña me enseñaron a cortar mis manos, en caso de que alguna ofendiese a la otra. Ahora, me doy cuenta en este siglo de manos que esa decisión no me pertenece. Embrujo de mi catecismo. Llevo grabado en la muñeca derecha kyrie eleison como una especie de recordatorio, de que hay que tener misericordia para con los otros ¡Para qué chingados! Mi raza no merece ni pena ni condena; son lo mismo que los lobos para con la bestia que no han matado. Y llena de sangre y astillado el orgullo -a la hora de checar salida- grito a mi sombra ¡cállate, pero cállate! No se acerquen a mí, huelo a quemado y estoy marcada con sus besos mil veces malditos.
He sido negada tres veces antes del crepúsculo y aun así… ¿y aun así? ¡Oh, Dios! ¿Quién dice que mi cólera es infantil y espantosa?… que tiren el primer escupitajo aquellos que no han sido abandonados en la espesa negrura de su ciudad y hayan aullado en contra de su propia sombra, al saberse olvidados por nadie. Nadie, nunca por nadie.
Perro Loco (Durango, 1997). Nació en un pequeño pueblo llamado Durango, bautizada hembra como Andrea Garza. Vive con su gato y su signo zodiacal es Leo. Estudió literatura por lo que no está libre de pedantería académica. Lleva dos libros de poesía publicados y dirige el fanzine Mitote Literario, donde anima a la gente a colaborar o morir. Tiene tendencia por la caguama y el aislamiento.