Nombre del autor:Irradiación

Soy un bosque consumido por el incendio sin previo aviso ni manera de anticipar mi desenlace Aunque los animales que me habitan puedan correr o sufrir en su libertad de bestias tener la voz y el grito para reclamar con dignidad su pena los árboles en mí están inertes atados a la fuerza de la

Hurga con la lengua Bajo el diente suelto; Las uñas rascan Costra en las rodillas Hasta que la fuente De la carne revienta Y de él, se engendra El líquido rojo. A la libélula Le arranca las alas Disecciona de un tajo La panza e interior Capullo de rosa: Florece ante ella. Curiosidad: Bisturí Infantil

¿has visto guerras? yo sí y es más estuve en medio mis ojos se llenaron de grava mientras intentaba estar de pie sosteniendo una bandera de paz con una mano y con la otra sosteniendo otra mano otra mano más pequeña tal vez hablo desde la ignorancia desde la niña berrinchuda que no tuvo su

Sacó un puñal y rasgó las tinieblas. Emprendía un largo camino, sólo de ida. Entre la yunga inhóspita, el silencio y ella, el aleteo de los pájaros del monte volando de rama en rama, el viento acariciándole la cara y el filo del machete. Se llamaba Rosa y tenía veinte años. Aquel amanecer cotidiano la

Puede que sea primavera y las flores crezcan rojas. En el jardín de la abuela se avista un mal atardecer. Debajo de mi suéter, mi sangre hierve. Dame un abrazo, por favor, que tiene mucho que no siento a mi padre. Verte tomar los pétalos más dulces del jardín. Que hables de ellos. Que hables

YA NO QUIERO SUERTE Morir en silencio es vivir a gritos atorados en la garganta Cometas estrangulados con la lengua Deseos apagados que nadie conocerá ni yo a ellos Muerte es no decir lo que siento a mi mismo Es fallar y seguir en el camino de siempre Es pagar un plan funerario a meses

Villano Vender al sol para comprarle libretas a las estatuas, orinar en el mar mientras cierras los ojos y piensas en la piel de una naranja avergonzada, regodearse en la lluvia arropado en un tigre de fibras sintetizadas, mientras la maquinaria que moviliza el planeta murmura entre la grama el nombre de cada cerro. Cuando

¿Qué es una bala? Y tú me lo preguntas cuando ahora mismo mi lengua sabe a plomo, a un óxido extrañamente añejo y mi mano cae sin sentido sobre una fría piedra. Ángeles que buscan mi fantasma al principio de un baldío, palas y dientes que escarban con el insomnio a cuestas, eso hace una