EQUINOCCIO | POR DULCE CABALLERO

Puede que sea primavera
y las flores crezcan
rojas.

En el jardín de la abuela
se avista
un mal atardecer.

Debajo de mi suéter,
mi sangre hierve.

Dame un abrazo, por favor,
que tiene mucho que no siento a mi padre.

Verte tomar los pétalos más dulces del jardín.
Que hables de ellos.
Que hables con ellos:

me quiere
    no me quiere
me quiere
     n     
         o
     m
         e
     q
         u
     i
         e
     r
         e

Flor marchita:
Cuánta sequía en tus palabras,
cuánto otoño en tu primavera.
No eres parte del paisaje.

¡Quémenla!

Dulce Caballero (Estado de México, 2006). Estudiante de prepa y buena tía.