TRAPECIOS

POR YURAIMA TRUJILLO CONCEPCIÓN

“La ironía es una tristeza que no puede 
                              llorar y sonríe”.
                                                                                        Jacinto Benavente

Sandra se despierta con ganas de suicidarse, pero quiere un suicidio diferente. Original. Recuerda a no sé quién que murió aplastado bajo una rueda de Hardcore en no sé cuál concierto, y la seduce la idea de suicidarse bailando. Así que se viste de negro y sale. Cuando llega al lugar Alguien la recibe con una pastilla roja y sonrisa blanca por medio.

— ¿Qué piensas hacer?

— Suicidarme —responde casi feliz.

— ¡Ah!, bueno —y el Alguien se aleja dejando a Sandra en medio de pelos largos y humo.

“Yesterday, all my troubles seemed so far away”. 

—Carajo, ¿quién puede suicidarse con los Beatles? 

Alguien regresa con un trago y se lo ofrece a la muchacha.

 —Agonizer no ha llegado —comenta Alguien y se aleja otra vez.

“Suddenly, I’m not half the man I used to be there’s a shadow hanging over me”. 

—Lennon, de verdad necesito acabar con esto.

Pero Agonizer llega por fin. 

   Pelos largos, pieles tatuadas y narices perforadas se comprimen contra el escenario en una misma masa.

 —¡Hardcore! —grita Alguien y Sandra corre hacia el centro.

Segundos después es lanzada contra unos cuerpos retorcidos y cae al piso. Entonces siente las botas macizas de los otros magullando la carne de sus muslos, la cabeza, la espalda.

La nariz comienza a sangrarle y ya no puede abrir el ojo derecho. A fuerza de patadas rueda fuera del círculo de cuerpos que se contorsionan en un mismo espasmo.

   Alguien la recoge en brazos y la lleva afuera. El humo va quedando atrás. La música también. Después llega el silencio y una oscuridad total.

Con los días se acostumbra a la silla, a ir de un lado a otro dando vueltas a las ruedas con las manos. Casi se resigna a estar sola, a no tener pastillas para el olvido, pero tiembla de rabia porque lo sigue viendo todo, aunque ahora sea con un solo ojo. Y el corazón le late más fuerte que nunca, acusando, “Corazón Acusador”, que sigue viva.

Desesperadamente viva.

Yuraima Trujillo Concepción (Camagüey, Cuba, 1986). Ha publicado dos libros. Obtuvo el premio Mundo Marino 2008, Mención en el Concurso Carmen Rubio 2022, Mención de Honor en el 79 Certamen Internacional “Camino de Palabras”, Premio en el concurso de relatos de la Fundación Ateneo de Triana y Premio en el concurso Benigno Vázquez.