SERES REPULSIVOS

POR CINTHIA HERNÁNDEZ VÁZQUEZ

La suave brisa de un nuevo amanecer que parece inalcanzable para nosotros, los que por ser de esta especie no significamos más que un medio para lograr un fin que contribuye a enriquecer el supuesto conocimiento del ser humano.

¿Cuántas veces mi captor se ha detenido a preguntarse los días que viviré? ¿Qué es lo que más deseo, un experimento fructífero o uno fallido? En una sociedad donde los animales han pasado a ser solo un objeto para su beneficio, pocas veces alguien se ha puesto a pensar en aquellos seres que por su supuesta naturaleza son destinados a vivir en laboratorios de prácticas.

Ante un desolado e incierto futuro de lo que puede ser nuestra vida, por ser repugnantes para las personas, nos preguntamos ¿Quién es el ser repulsivo? Nosotros, que sin decidir nuestra naturaleza hemos llegado a este cruel encierro o ustedes, que a pesar de su consciencia y cognición nos han atado a una vida de maltrato cruel.

No han sido años, ni décadas, sino siglos los que hemos tenido que estar sometidos a la incertidumbre de no saber qué ocurrirá al día siguiente; nuestra vida se ha reducido a letras y observaciones, colocadas en una bitácora por un ser para el que somos símbolo de su conocimiento.

Yo, un simple roedor, alimentado una vez al día en lo que se supone es una nueva mañana, he observado lo que ninguno de ustedes podría suponer ¿te imaginas un día sin la piel de tu rostro? Los de mi especie tampoco y, aun así, lo hemos vivido en pro de tu beneficio ¿te imaginas que una pequeña dosis de un líquido inyectado termine con tu existencia? Yo sí, a diario.

Sensaciones de pesar carbonizan la existencia de un alma que supones no tengo ¿cuánto tiempo tendremos que esperar para que te des cuenta de que somos igual de valiosos? Expreso lo que los de mi especie y otras más que conformamos este laboratorio no podemos, aspiro a una sociedad donde los productos que consumes no sean resultado de pruebas que exterminan ratas, ratones y roedores que para ti no valen nada.

A diario escucho a los de tu especie hablar de violencia, te molesta quien asesina a los tuyos, sientes lástima por aquellos cachorros abandonados o los animales en extinción ¿te has detenido a pensar que los animales que vivimos en laboratorios y somos sometidos a diario a pruebas que parecen no tener fin somos violentados? ¿No? ¡Piénsalo a partir de hoy!

Cinthia Hernández (Puebla, 1995). Licenciada en Educación Primaria y maestra en Educación, es una apasionada de la literatura romántica y juvenil e intenta compartir su gusto por la lectura y escritura con las infancias; si tuviese que elegir entre un fin de semana en el bosque o en el mar, la decisión le sería difícil, pues son lugares que disfruta en la misma medida, pero de diferente manera.