POR A. GONZÁLEZ E.
Advertencia
Musca doméstica Pequeño insecto de dos alas sucio porfiado y valiente por su amo y señor convocado desde el final de los ríos de Egipto Su nombre resuena en mis oídos con insistente molestia con insistente molestia evoca la miseria y la desazón convoca a la muerte aún antes del tiempo preciso Su nombre su nombre es el inicio de todo caos ¿Por qué le llaman doméstica? ¿Qué tiene de hogar me pregunto qué de mendrugo y calor? Uno acepta su obediencia nada más uno solo murmura el sentido de su vuelo uno solo todo fuego jamás cobijo Con descarada malicia ese único ordena el favor del viento en sus alas Los demás los demás confundimos el errar de la mosca con la simpleza de un destino no reconocemos nuestra herejía hasta que se hace tarde tarde demasiado tarde Musca doméstica Díptero asqueroso a ti ofrezco estos versos para contigo congraciarme darte mi asentimiento mi perdón mi desprecio cuando sea necesario mi disgusto mi olvido la mayor parte del tiempo
El inicio
Una vez muerto el perro jamás se acaba la rabia porque la vida jamás acaba y donde hay vida hay dolor ladrido furia mal contenida salpicando babas negras La vida engendra vida como la muerte engendra oscuridad el polvo al polvo y el odio al rostro El perro muerto sin embargo… El perro muerto engendra larvas en su vientre blanquecinas larvas de inocencia transparente que retuercen sus anillos en distancias pulcramente medidas para perforar la carne o el mal recuerdo de la carne y alimentarse de ella y vivir No engendra moscas el perro no señor apenas les da sustento apenas sirve de alimento lo que antes fue aullido Se arrastra el gusano de la mosca por senderos de perro muerto se arrastra en dirección a su muerte se arrastra sin detenerse a escarbar en ello La pureza del ser su principio refleja el brillo del sol poniente como si novedad fuera como si las vísceras reventadas semejaran el universo en expansión Al inicio todo es inquietud temblor supurante deseo blanco de vida vuelo llanto incertidumbre todo eso puede esperar
A. González E. (1969). Yungay, Chile. Profesor. Magister en Familia, autor de los poemarios “Hijos” y “De amor y de muerte” (Ed. Bukowski); “Copulo ergo sum” (Ed. La Equilibrista. España); “Poesía Trastornada” (Ed. MedinaLiber). Editor para la revista Literatura Mundial. Participó como secretario ejecutivo, corrector y editor de Casa Bukowski Internacional. Finalista y mención honrosa en distintos concursos latinoamericanos. Publicado en medio centenar de revistas y medios especializados de 12 países en Latinoamérica, Europa y EE.UU. Participante en diversas antologías de cuento y poesía latinoamericanas. Ha sido traducido al francés, inglés, húngaro y eslovaco.