UN CUERPO DE MUCHAS PATAS Y MANOS Y CABEZAS: IDENTIDAD Y MEMORIA EN «SPACE INVADERS» DE NONA FERNÁNDEZ

POR ADOLFO QUINTANAR

El 11 de septiembre de 1973, en calidad de Comandante en Jefe del Ejército de Chile, Augusto Pinochet encabezó el golpe de estado en contra del gobierno de Salvador Allende. Luego del bombardeo al Palacio de la Moneda y el suicidio de Allende, el poder fue asumido por la Junta Militar de Gobierno. Pinochet fue nombrado Jefe Supremo de la Nación el 27 de junio de 1974 y el 17 de diciembre del mismo año como Presidente de la República. El 11 de marzo de 1990, Augusto Pinochet entregó el poder a Patricio Aylwin, sin embargo, continuó siendo el Comandante en Jefe del Ejército (Biblioteca Nacional de Chile, S/A). 

El tiempo que Pinochet estuvo al frente del Gobierno de Chile se caracterizó por “el quebrantamiento del sistema democrático, la disolución del Congreso Nacional, la proscripción de los partidos políticos, la restricción de los derechos civiles y políticos (libertad de expresión, información, reunión y movimiento) y la violación de los derechos humanos” (Biblioteca Nacional de Chile, S/A). Se estima que hubo más de tres mil muertos y que las víctimas de la dictadura superan las cuarenta mil personas (Junior Report, 2019).

A grandes rasgos, éste vendría a ser el contexto en el que se inserta la historia de Space Invaders, la cuarta novela de la escritora chilena Nona Fernández; ésta toma como punto de partida el año de 1980, específicamente un día después de que la Nueva Constitución fuera aprobada. En esta obra se presentan algunos momentos de la vida de ocho personajes, todos estudiantes de un liceo del barrio Avenida Matta. La narración de estos acontecimientos está enmarcada por el videojuego de arcade con el mismo nombre. Space Invaders fue creado por Toshihiro Nishikado y lanzado al mercado en 1978. Tiene un formato schmup (abreviación de shoot’em up), mátalos a tiros, en el que el jugador se enfrenta a una horda de enemigos (pulpos, calamares gigantes y cangrejos) que tiene que destruir. Es uno de los videojuegos más importantes de la historia, así como uno de los primeros en mostrar el máximo puntaje alcanzado (Santamaría, S/A). 

La presencia del Space Invaders en la novela permite hablar de una experiencia compartida por los personajes: la de haberlo jugado. A lo largo de las tres vidas del jugador y de los momentos en común de los protagonistas, se va trazando una historia en la que la memoria, entendida como la rememoración o la búsqueda activa de los recuerdos (Ricoeur, 20002, p. 47), se convierte en el motor. Ese ir en contra del olvido es lo que les ayudaría a construir su identidad a partir de la identificación del sí mismo en el relato de los otros.

Según Paul Ricoeur “Uno no se acuerda solo de sí, que ve, que siente, que aprende, sino también de las situaciones mundanas en las que vio, se sintió, se aprendió” (2000, p. 57), lo que implica la consideración del cuerpo, tanto propio como el de los otros, el espacio vivido y el horizonte del mundo. Se recuerda haber sufrido en carne propia durante un período determinado o de haber vivido por largo tiempo en una ciudad o de haber viajado a alguna parte del mundo, es en este sentido en el que los tres elementos mencionados estarían implicados en el proceso de rememoración (Ricoeur, 2000, p. 61).

La memoria, además, se halla “al servicio de la búsqueda, del requerimiento, de la reivindicación de la identidad” (Ricoeur, 2000, p. 110), es considerada uno de los criterios que permiten erigirla; pretende responder a la pregunta ¿quién soy? a través de ese regreso al pasado, lo que hace que “[sea] incorporada a la constitución de la identidad a través de la función narrativa” (Ricoeur, 2000, p. 115). La configuración de la trama de los personajes y la de la historia narrada se van desarrollando al mismo tiempo; se modela la identidad de los protagonistas de la acción a la par de los contornos de la misma (Ricoeur, 2000, p. 115). 

En el relato, entendido como “la dimensión lingüística que proporcionamos a la dimensión temporal de la vida” (Ricoeur, 1999, p. 216), se da una función selectiva: se escoge qué es lo que se va a narrar. Esta función permite asegurar que existe una memoria impuesta por quienes detentan el poder, una configurada por la historia oficial, la historia “autorizada” y celebrada públicamente. En el plano institucional, una memoria ejercitada es una memoria enseñada, ya que la memorización forzada, la rememoración de la historia de un país, por ejemplo, es considerada fundadora de la identidad común (Ricoeur, 2000, p. 116).

En Space Invaders se muestran los casos de una memoria impuesta, por ello el espacio privilegiado es el liceo, pues es uno en los que la memoria en efecto se enseña. En él los estudiantes son ordenados en filas, se convierten en “las piezas de un juego, pero no sabe[n] cuál” (Fernández, 2020, p. 17). Se establece una rutina en la que, después de entonar el Himno Nacional, rezan a la Virgen del Carmen, la Patrona de Chile y de sus Fuerzas Armadas. También participan en la representación de la Batalla del Pacífico más de una vez, en la que Arturo Pratt muere por su patria. Estos acontecimientos sirven para ejemplificar la imposición de una visión específica de mundo en la que la identidad del chileno, en esta obra, estaría compuesta por la religión, el patriotismo y la valentía entendida como sacrificio.

Llega un punto en el que los personajes no se reconocen en ese relato, esa identidad impuesta por quienes detentan el poder no es la de ellos. Ricoeur señala que “las pruebas, las enfermedades, las heridas, los traumatismos del pasado invitan a la memoria corporal a fijarse en incidentes precisos que apelan fundamentalmente a la memoria secundaria, a la rememoración, e invitan a crear su relato” (2020, p. 62). Y eso es lo que hacen los personajes: construyen su relato para así poder construir su identidad a partir de las huellas de su pasado.

Esta memoria secundaria ya no es presentada, sino re-presentada (Ricoeur, 2020, p. 56). Eso algo experimentado en “persona”, ahora se rememora; ya no se apoya en la percepción, es decir, ya es pasado, pero se entrelaza de alguna manera con el presente. La manera en la que se re-presentan los recuerdos en Space Invaders es a través de los sueños. Éstos, según Sigmund Freud, son “un producto psíquico pleno de sentido, al que puede asignarse un lugar perfectamente determinado en la actividad anímica de la vida despierta” (2013, p. 14). Es decir, no alejan a quien sueña del mundo real, porque sin importar cuánto de extraño pueda haber en ellos, tienen como fundamento lo vivido (Freud, 2013, pp. 22-23). Los sueños, entonces, pueden ser considerados fenómenos mnemónicos.

Para Freud, una de las fuentes de la que los sueños extraen el material representado es de una parte de la actividad despierta que no es recordada ni utilizada: la vida infantil (2013, p. 28). El sueño tiene acceso a recuerdos que en la vida despierta no se tienen o que se hallan muy alejados del presente. Se recuerda haber soñado con algo pero no de haberlo vivido, por eso algunas veces se le ha atribuido una independiente capacidad productiva, cuando lo que en realidad hace es traer a la conciencia lo que había sido robado de la facultad que ésta tiene de recordar (Freud, 2013, p. 23).

La clave onírica de la novela relaciona lo narrado con la infancia de los personajes, al tiempo que les permite dudar de la veracidad de esos fenómenos por lo mencionado líneas arriba. Los acontecimientos se hallan muy alejados del presente de los protagonistas ubicado éste en 2013, pues se suscitaron de 1980 a 1994. La distancia temporal, además del grado de subjetividad presente en los sueños, hace que se pregunten qué tanto ha sido modificado por su mente y qué tanto en realidad sucedió:

No sabemos si esto es un sueño o un recuerdo. A ratos creemos que es un recuerdo que se nos mete en los sueños, una escena que se escapa de la memoria de alguno y se esconde entre las sábanas sucias de todos. Pudo ser vivida ya, por nosotros o por otros. Pudo ser representada y hasta inventada, pero mientras más lo pensamos creemos que sólo es un sueño que se ha ido transformando en recuerdo. Si hubiera una diferencia entre unos y otros, podríamos identificar de dónde salió, pero en nuestro colchón desmemoriado todo se confunde y la verdad es que eso poco importa. (Fernández, 2020, p. 35)

Sí es posible, sin embargo, establecer una diferencia entre los sueños de los personajes con los recuerdos en un sentido más objetivo, es decir, aquellos en los que no se puede involucrar tanto un sentido de irrealidad. Los capítulos que contienen fechas en su primera línea son los que no forman parte de los sueños de los personajes, pero sí de sus recuerdos. Así lo enuncian cuando se narra el asesinato de Estrella González, ocurrido en octubre de 1991: “Nada de esto lo soñamos. Lo hemos leído en la nota roja de un diario” (Fernández, 2020, p. 65).

Ahora, ¿cómo se relacionan los recuerdos y sueños con su identidad? Ésta, según Ricoeur, “se encuentra sometida a un número ilimitado de variaciones imaginativas” (1999, p. 222), lo que hace que la trama se ponga al servicio del devenir del personaje (Ricoeur, 1999, p. 222). Por ello no se narra todo lo que los personajes vivieron en el liceo, sino lo que, por un lado, permita hablar de una memoria impuesta y, por el otro, lo que esté relacionado, directa o indirectamente, con González, que será lo que les permitirá construir su identidad.

Estrella González es el punto de partida de la narración. Los recuerdos que tienen de ella dan cuenta de una experiencia colectiva. Además, el padre carabinero de este personaje permite relacionar la historia con la dictadura. Los amigos mencionan que “Los sueños son diversos, como diversas son nuestras cabezas y diversos son nuestros recuerdos, y diversos somos y diversos crecimos” (Fernández, 2020, p. 14). Esa misma diversidad es la que posibilita la sucesión: el recuerdo de uno sirve para que los otros recuerden (Ricoeur, 2000, p. 60). Así, aunque no todos hayan visitado la casa de González ni visto la mano ortopédica de su padre, basta con que Riquelme reviva su pasado evocándolo a los demás para que, luego de que Guillermo González Betancourt sea detenido por haber sido uno de los actores intelectuales del Caso Degollados, todos puedan reconocerlo gracias a esa misma mano.

Los recuerdos propios que son evocados y despiertan otros están relacionados con la construcción de la identidad de los personajes, pues “en el trayecto de la autoidentificación, se interpone la identificación del otro” (Ricoeur, 1999, p. 228). Para que puedan conocerse necesitan de ese otro. En Space Invaders el sí mismo que busca interpretarse pareciera en un primer momento objetivarse en Zúñiga, pues es el único que enuncia su yo. Sin embargo, el sí mismo se objetiva en otro pronombre, aquí, es posible afirmar, Yo es nosotros (Ricoeur, 1999, p. 228).

Ricoeur señala que “apropiarse mediante la identificación de un personaje conlleva que uno mismo se someta al ejercicio de variaciones imaginativas, que se convierten de ese modo en las propias variaciones del sí mismo” (1999, p. 228). Cada compañero relata sus sueños y recuerdos y cada compañero busca identificarse en el relato de los demás. Logran hacerlo porque sus vivencias han sido conjuntas: “aquí no hay palabras, ni nombres, somos sólo un cuerpo de muchas patas y manos y cabezas, un marcianito del Space Invaders” (Fernández, 2020, p. 39). La identidad colectiva está representada por ese cuerpo de muchas patas y manos y cabezas producto de su memoria. En este cuerpo también está integrada González, ese somos la incluye porque se reconocen como víctimas del régimen militar, como ocho de las más de cuarenta mil que hubo. 

Los personajes vuelven al pasado, buscan sus recuerdos para poder interpretarse a sí mismos. En el proceso descubren que no son esos chilenos católicos, patrióticos y valientes al punto de llegar al sacrificio, que son otra cosa. Ese primer momento de no-reconocimiento en el relato impuesto, pero sí en otro, se da también gracias al liceo, pero con la salida de éste; cuando pasan del instituto a la calle y más personas se les van sumando, al recordar y volverse a ver ahí como un solo cuerpo moviéndose en el tablero y al que los carabineros buscan separar, se empiezan a dar cuenta de cuál es el juego en el que participan, de que “La mano verde y muchas otras manos verdes salen de un cañón terrícola a la caza de más Space Invaders” (Fernández, 2020, p. 47), a su caza. El paso del liceo a la calle es, entonces, el confrontamiento del relato impuesto con el de la realidad de Chile, una en la que los acontecimientos suscitados hacen que los personajes se pregunten cómo se puede ser católico cuando hay tantos funerales que ya ni siquiera saben cuál recuerdan, cómo ser patriótico cuando quien se encarga de que haya funerales son las Fuerzas Armadas y cómo ser valientes cuando el miedo de que ellos o sus familias sean los siguientes no los deja dormir. Así es que se reconocen como ese marcianito del juego que nunca podrán dejar atrás porque no importa cuántos hayan muerto, no importa que González haya sido asesinada por un carabinero, no importa que se haya desarticulado en luces coloradas y que se hayan sumado cien puntos al score, al recordar/soñar todo ello se dan cuenta de que el récord establecido en aquella época nunca se va a romper.

Bibliografía

Biblioteca Nacional de Chile. (S/A). Augusto Pinochet Ugarte (1915-2006). Memoria chilena: Biblioteca Nacional de Chile. Chile. Recuperado el 18 de agosto de 2023, de: https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-31395.html

Fernández N. (2020). Space Invaders. Ciudad de México. Fondo de Cultura Económica.

Freud, S. (2013). La interpretación de los sueños. Madrid. Ediciones Akal.

Junior Report. (2019). Los años más oscuros de Chile. La Vanguardia. Catalunya. Recuperado el 18 de agosto de 2023, de https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20191108/471450047349/dictadura-chile-augusto-pinochet-represion.html

Ricoeur, P. (1999). Historia y narratividad. Barcelona. Paidós.

———. (2000). La memoria, la historia, el olvido. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica. Santamaría, P. (S/A). ¿Por qué en Space Invaders los enemigos son pulpos y calamares?. El Output. España. Recuperado el 18 de agosto de 2023, de https://eloutput.com/videojuegos/reportajes/space-invaders-origen-diseno-enemigos/

Adolfo Quintanar (Zacatecas, 1995). Es Licenciado en Letras por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). Actualmente cursa la Maestría en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Guanajuato (UG) en la que desarrolla una investigación sobre la obra de Josefina Vicens y Virginia Woolf.